viernes, 29 de julio de 2011

Hay una cascada que galopa
entre mis manos y mi espalda,
sobre mi vientre saltan diminutos seres
de invisible presencia,
y en la memoria, nada,
y en el armario, nada,
y en tu cama, tan sólo sueño,
y en mi cama, duermo sin sueño.
Presiento el viento, lo espero,
recibo la noche de verano
con paciencia y ternura,
y quisiera acostarme en esa tierra
que nunca fue de nadie, ser sin dueño,
y quisiera quererte sin saberte,
y que esta cascada-sobresalto
me convierta
en un manto de agua
entre los cantos del silencio del mundo.

1 comentario:

  1. Qué bonito, linda! Ay, me dan ganas de verte...
    Un beso enorme y gracias por tu comentario ;)

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